martes, 10 de noviembre de 2009

Una mujer.

Será que hoy me he levantado con el pie derecho,pero hoy quiero dedicaros a todas vosotras -y si hay algún lector masculino, que no se sienta discriminado- una entrada especial. No va a haber maquillaje de por medio, ni consejos sobre cosmética, ni sobre moda. Ni siquiera un juego. Hoy va por vosotras.

Una mujer es una extraña especie de flor. Es una flor única, totalmente diferente del resto de las de su especie, y sin embargo, guarda algo que comparte con las demás. Es una flor cambiante, quizá difícil. Puede que tenga algo de enigma, pero es el enigma que resulta más placentero desvelar. Algunas se abren y se dan con facilidad, y son especialmente fáciles de dañar. Otras, parecen hechas de acero,pero esconden un interior cálido y confortable.

Sí, se me ocurren muchas metáforas, muchas analogías para la mujer, pero sin duda, la rosa es una de las mejores. Porque la mujer, como la rosa, tiene espinas. Pero ¿hacen acaso las espinas menos hermosa a la rosa? Yo diría que no.

Lo que quiero decir es que cada una de vosotras sois especiales, y tenéis defectos seguramente, pero esos defectos os hacen perfectas, os hacen ser vosotras mismas. Cada una de vosotras sois únicas, y por tanto, únicamente perfectas. No hay lugar para comparaciones.

Eso sí, nadie va a decir que no podéis disponer vuestros pétalos y vuestras espinas de la manera que mejor os parezca. Pero, por debajo de eso, recordad siempre que, recien levantadas, sin joyas, sin vestidos, sin nada sois inmensa e indescriptiblemente bellas.


Os dejo una canción de Serrat, cuya letra es un poema de Mario Benedetti, que me hace sentir muy feliz de ser mujer, y de haber servido de inspiración - como todas vosotras - a algo tan hermoso.


Bettie




Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.

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